COMO COCREAR MULTIDIMENSIONALMENTE

Consejo a los humanos acerca de su sendero de iluminación

Quiero hablaron de vuestro sendero. Voy a daros cuatro de sus atribu­tos, tres de los cuales os dimos anteriormente. Este mensaje se refiere a nuestro consejo al Ser Humano en el sendero de la iluminación. Para muchos de vosotros, el consejo sonará como una tontería, pero tene­mos que referirnos a esta enseñanza de todos modos. Enseñar acerca del sendero de la iluminación es enseñar interdimensionalidad. Parecería que se trata de un viaje hacia un estado descabellado, ilógico, pero os lo ofrecemos para consumar el matrimonio entre el Humano y lo divino. Es interdimensional, y por esa razón os parecerá que no tiene sentido. Eso sucede cuando os pedimos que detengáis el intelecto por un momento. En lugar de eso, sopesad la información con el discerni­miento de vuestro corazón y no con la lógica de la experiencia 4D que creéis que es vuestra realidad.
Vuestro cerebro de 4D os fallará por completo hasta que apren­dáis a ahondar en las partes que lo componen y que van más allá del tiempo y la distancia, hacia aquellos lugares inconmensurables que sólo parecen habitar en la fantasía. Esas partes interdimensionales son las que se están empezando a abrir y mezclar con las partes 4D, creando la lógica de la fe, y comenzando a confiar en lo invisible porque «está ahí y funciona». Ir más allá de la lógica 4D es una de las cosas más difíci­les que puede hacer un Humano, y por eso sois tan pocos los que des­pertáis, incluso cuando os enfrentáis con una prueba tan abrumado­ra como ésta. Ciertamente, hay una fuerza inteligente en el universo, consciente de todo lo que está ocurriendo, y ella os conoce a vosotros.
Os presento esto ahora porque muchos de los que estáis leyen­do y escuchando estáis listos para ello. Se trata de vosotros. Me dirijo a los que os consideráis en el sendero de la iluminación. Ante todo, te­néis que saber que este sendero nunca termina. Ha habido críticas de Humanos 4D que podrán decir: Bueno, en un mundo lineal tienes que establecer tu meta. Tienes que saber adónde vas. ¡Vivimos en ese mundo y no nos puedes pedir que nos tapemos los ojos!
En un mundo interdimensional, no podéis establecer una meta. No la podéis establecer porque sin el tiempo, no existe el camino lineal. Si estuvieseis viajando alrededor del interior de un globo gigantesco, ¿dónde estaría vuestra meta? ¿Al otro lado? Nunca termina. Justamen­te, esto hace que para la mente humana sea difícil aceptarlo. Vuestros ojos están bien abiertos, pero no podéis ver nada que tenga sentido. ¿Cuál es la respuesta? Aprended a «ver» más allá de la limitación de este camino inexistente. Esto involucra a la intuición, la intención y el aprendizaje sobre lo que es un Mapa Espiritual (véanse los siguien­tes párrafos). Mientras tanto, vosotros construís vuestras propias metas hacia donde «pensáis» que el Espíritu puede estar llevándoos. Éste es el mayor error para comenzar. El Espíritu ve todos los caminos como uno. Cuando decidís por adelantado dónde pensáis que vais, muchos de vosotros os estancaréis en vuestro propio camino, sin permitir que el Espíritu cambie vuestras ideas preconcebidas sobre «quiénes sois», y os oriente hacia el camino que es vuestro mejor futuro potencial. Enton­ces, sentiréis que os han traicionado, o que allá arriba «no hay nadie en casa». Es un ejemplo clásico de la percepción humana interponiéndose en el sendero de la iluminación espiritual.
En el viaje canalizado y la parábola llamada El Viaje a Casa (Li­bro V de Kryon), una de las primeras lecciones de Michael Thomas (el héroe del libro) fue que recibió un mapa que no servía. Al menos, era lo que él percibía, ya que cuando miró el mapa, éste sólo le mostró la energía de donde estaba realmente y nada más. Él se rió y lo Llamó un «mapa estúpido» por decirle algo que pensaba que ya sabía.
Parte de los atributos de este mapa espiritual es de lo que voy a hablar ahora, porque sirve para vuestro sendero, para todos vuestros senderos. El mapa es una metáfora. Es un mapa que no parece fun­cionar hasta que realmente lo necesitáis y estáis en una encrucijada de energía. En ese sendero que habéis elegido, queréis algún tipo de mapa. El que estáis acostumbrados a mirar es un mapa 4D, construido con todos los gráficos correspondientes del lugar al que desearíais ir. Voso­tros queréis saber qué os espera mientras viajáis. Pero un mapa espiri­tual interdimensional no tiene nada de eso, porque no se sabe adónde vais. Vuestra libre elección cambia el mapa con cada paso que dais. ¡Así que lo que os estamos diciendo es que ni siquiera Dios sabe lo que vais a hacer con vuestro sendero!
Ahora bien, eso hará que un montón de Seres Humanos se sientan inseguros, ¿verdad? Si Dios no lo sabe, ¿cómo se supone que lo sé yo? Pero, una vez más, os dijimos que vuestra divinidad es una parte de Dios, así que realmente sois una parte de la energía de creación. Por lo tanto, pensad en ese mapa como el mapa de un creador. Aceptad la res­ponsabilidad de lo desconocido. Pensad que vosotros sois como el ex­plorador que envía a unos cuantos niños exploradores cada vez a reco­rrer vuestra área, para descubrir adónde es mejor ir. Lo hemos descrito antes como empujar la puerta y sentir la energía, y usar vuestra propia energía de discernimiento a medida que avanzáis lentamente. La única diferencia aquí, entre el explorador y vosotros, es que vosotros lleváis la luz dondequiera que os encontréis, así que hagáis lo que hagáis, será una exploración segura y llena de iluminación.
Os dijimos que es como comprar un billete para un tren espiri­tual, que vosotros llamáis vuestro sendero, y después esperar pacientemente hasta que el tren llegue allí. Bueno, es el momento de la gradua­ción. Vamos a cambiar esa metáfora por algo mucho más complicado. Si queréis comprar el billete, está bien. Eso se llama intención. ¡Pero no hay vías y no hay tren! ¡Ah, pero hay una estación! ¿Qué vais a hacer en la estación cuando no hay tren ni vías? Se van a reír de vosotros. Bue­no, las vías y el tren aún no están construidos. ¿Quiénes los van a cons­truir? Vosotros.
Así que aquí está el Punto Uno del consejo para vuestro sendero mientras os dirigís hacia lo que algunos llaman el estado de ascensión. No decidáis de antemano hacia dónde os dirigís.
Ah, genial, Kryon, dirán algunos. ¿Todos tus puntos van a ser así? Vamos a ver. Se supone que estamos en la estación con una vía inexisten­te, sin tren y sin preocuparnos hacia dónde vamos o sin siquiera pretender que vamos hacia allí. Si. ¡Correcto! Es un buen principio. Entonces, po­dréis decir: Bueno, ¿cómo se supone que debemos avanzar? Y nosotros os decimos, ¿quién dijo que estabais avanzando? ¿No es eso 4D? ¿Qué tal hacia arriba? ¿En qué dirección diríais que vais si le estuvieseis pidien­do a vuestra vieja estructura celular que vibre más alto? Os pregunto: ¿Cuál es esa dirección? ¿Cómo podéis permanecer en la estación de tren si queréis que vibre más rápido? No hay dirección para la vibración más elevada. Salid de esa caja en la que estáis y que dice: Sé adónde voy y es adonde me va a llevar Dios, porque os va a asombrar saber la verdad. La verdad real aún está por llegar. Será el punto cuatro de este mensaje.
La parte más difícil de vuestro sendero es comprender que no estáis recorriendo un sendero que ha sido establecido por los maestros. ¡Los maestros crean su propio sendero! Como parte del plan divino, vosotros debéis asumir la responsabilidad, no siguiendo a otros, o aferrándoos al consejo de los demás, ni siquiera a las enseñanzas de Kryon. En su lugar, debéis tomar todo esto y moldearlo en vuestra propia creación. Todas las enseñanzas que recibís en este planeta de aquellos que son como yo, forman parte de una receta de una cocina interdimensional. ¡Ahora id y preparad una comida que nunca se haya cocinado antes, utilizando la información que tenéis ahora acerca de todos los ingredientes! ¡Vuestro ADN promueve la maestría! ¿Comprendéis ahora por qué, hace dieciséis años, os dijimos que no fueseis seguidores de nadie? ¿Comprendéis por qué, hace dieciséis años, le dijimos a mi socio (Lee) que no se convirtiese en un gurú? Eso ofende e insulta a vuestra propia maestría, la que está dentro de vuestra propia estructura celular. También explica por qué realmente no puede existir un verdadero manual de ascensión.

El segundo
Os va a sonar parecido, pero el Punto Dos es éste: No hagáis ninguna suposición sobre vuestro trabajo.
¡Ah, Kryon, esto se pone peor aún! ¡Ahora se supone que no sabemos adónde vamos y se supone que no debemos pensar cómo será cuando llegue­mos allí! Exactamente, querido 4D. No hagáis suposiciones, porque las suposiciones se interpondrán completamente en el camino que debe­ríais recorrer realmente. Oh, Trabajador de la Luz, cuando tratas con la energía divina, hay mucha más implicación y profundidad de la que tu cerebro Humano pueda evocar. Mi socio te dio una muestra de eso hoy, al hablarte de la sesión de planificación divina y lo complejo que se vuelve el rompecabezas a medida que co-creas para ti mismo.
Cuando os encontráis en una reunión como ésta, algunos de vo­sotros podéis estiraros y tocar, metafóricamente, esa parte vuestra que es el grupo que sois vosotros y sentir una lluvia de amor justo en ese mo­mento. ¡Está ocurriendo muchísimo más aquí! Este sendero de ilumi­nación que algunos de vosotros habéis decidido tomar es un sendero que contribuirá realmente a la energía de Gaia. Tiene que ver con la física, ya que eso también es Dios. Tiene que ver con vuestro propio ADN. Tiene que ver con el ángel que está dentro de vosotros. Yo estuve con vosotros en el viento del nacimiento cuando os comunicamos esto, cuando decidisteis venir a la Tierra y cuando las profecías eran muy di­ferentes a como son ahora. Sin embargo, ¡aquí os sentáis en un lugar diferente con un potencial de paz en la Tierra y con la capacidad de en­viar luz que realmente permanece donde vosotros la enviasteis! (Parte de la ciencia que dio Lee anteriormente ese mismo día fue la prueba cientí­fica de que el ADN cambia la energía y ella permanece cambiada.)
Vosotros habláis de contratos como si hubieseis venido con al­gún tipo de declaración preestablecida y firmada, en la cual definís que vais a «hacer esto» y vais a «hacer aquello». No entendéis que cuando llegáis al planeta, el contrato dice solamente: Estoy en la Tierra, comen­cemos. ¿Queréis leer el contrato? Dice: Estoy en la Tierra, y aquí están mis padres y mi potencial para comenzar. Ése es el contrato. Es solamente un potencial inicial y no todo un plan de vida completo. ¿Creéis que tenéis un contrato para ser sanadores, o creéis que vuestro trabajo es éste o aquél? Bueno, incluso me lo dijeron y me he visto haciéndolo. Me gustaría decirte, querido Ser Humano, que tus visiones formaron parte de ese sueño que sólo duró un segundo y medio, como mencioné antes. Voso­tros no sabéis cuál es el «resto de ello». Podríais haber tenido realmente una visión acerca de lo que hicisteis «antes de venir aquí». ¿Lo habíais pensado? Tampoco lo sabéis, porque está todo mezclado. Así que, no hagáis suposiciones. Sois una pizarra en blanco. ¿Y si vuestra visión es sólo una declaración de que vosotros ya sois sanadores, y ahora vais a ir más allá? ¡Si hacéis una suposición 4D sobre esto, pasaréis vuestra vida tratando de hacer algo que ya hicisteis!
¿Cómo puedo pasar día tras día con una pizarra en blanco? Debe haber algún tipo de meta. Está bien, no hagáis vuestra meta sobre «dón­de voy». En su lugar, haced vuestra meta sobre «quién SOY». Vuestra meta es «convertiros en divinos». Entonces, tal vez digáis: Practicaré, en este momento, la mayor divinidad que pueda. Seré yo, un yo diferen­te del que era hace un momento, un yo que vibre más alto, y en el proce­so las puertas que deban abrirse, se abrirán. En el proceso, sin contar con un mapa terrenal, todavía seré capaz de obtener información de mi mapa divino cuando esté en el lugar donde necesite recibir la información. Gira a la derecha, gira a la izquierda. Eso es lo que hace mi mapa. Funciona cuando necesito discernimiento e intuición. La única suposición que haré es que YO SOY una pieza bendita de la divinidad que crea cualquier cosa que necesite mientras continúo. Esto me conducirá al lugar perfecto.

El tercero
El Punto Tres suena como los otros: No establezcas ningún calenda­rio en nada.
He oído a muchos de vosotros decir: Bueno, éste es el plan. Va­mos a hacer esto y aquello y para entonces ocurrirá esto, y aquí está la can­tidad de años que llevará, etc. Es inútil, ¿lo sabéis? Es restrictivo. Es una prisión de vuestra propia creación. Cuando comenzáis a establecer un plazo para todas esas cosas, os metéis en una prisión cósmica 4D de tiempo. ¿Y si los planes para ti, querido Ser Humano, fuesen mayores que cualquier plazo que puedas imaginar? ¿Y si mañana empujas una puerta y hay un milagro allí? ¿Te vas a aferrar a tu viejo calendario y decir: Perdóneme, Sr. Milagro, llegó un poco pronto. ¿Podría volver usted cuando yo pensaba que iba a llegar? Es gracioso, ¿verdad? ¡Pero muchos de vosotros hacéis esto!
Cuando se os presente el milagro, algunos de vosotros diréis: ¡Ay, uy, no puedo hacer eso porque no se ajusta a mi calendario! No estoy listo o preparado. Mi socio quería que esta canalización en particular se titulase: «Cómo la Humanidad Evita los Milagros». Pero no le dejé.
Querido Kryon, he esperado mucho tiempo para que ocurriese este proceso. He sido muy paciente, pero no está pasando nada en mi vida. De verdad. ¿De verdad? ¿Y qué hay de la sanación de tu corazón? (Pausa.)
Estoy hablando a alguien que está aquí. ¿Qué quieres decir?, po­dríais decir. Estoy hablando de lo que no ocurrió, querido Ser Huma­no, cuando comenzaste este sendero. Estoy hablando de la sanación que necesitabas en tu corazón para ayudar a sostener tu luz, para que no perecieses en el momento que un viejo potencial decía que lo harías. Estoy hablando de la sanación de la que nada sabías. Estoy hablando de algo físico. Estoy hablando de lo que ocurrió en tu interior una noche para arreglarlo, y no tuviste ni idea de ello, y que no conocerás hasta que algún día, mediante rayos X o resonancia, te pregunten so­bre lo que ven. Y tú dirás: No me he operado. Sí, te has operado: ¡fue una operación hermosa y divina! Una que te hiciste a ti mismo con tu propia intención.
Estoy hablando de cosas que suceden internamente y de las que no tienes percepción alguna. ¿Qué pasa con las vibraciones que obtie­nes cada día? ¿Qué me dices del aumento de tus «amperios»? ¿No te está pasando nada? ¡Te está pasando de todo! Pero tú mides ese «pasando» con tus propios estándares, sacados de una lista en la pared de tu propia mente 4D. ¿Por qué no abres tu percepción y sientes esto mientras ocurre en tu cuerpo?
La iluminación es una energía grandiosa y sanadora, que lite­ralmente te levanta de un lugar y comienza a llevarte a otro. De modo que mucho de lo que te rodea comienza a moverse y cambiar. Te invi­to a que dejes atrás el drama en tu vida. ¿Quizá ha sido siempre ésa la meta? ¿Y si durante todo el tiempo la meta hubiese sido llevarte a un lu­gar donde pudieses enviar luz? ¿Qué me dices de eso? ¿Y si no hay nada más que eso? ¿Y si se supone que debes ser un Faro, y que durante el resto de tu vida lo único que ocurrirá será que tu Luz se volverá mucho más brillante para que puedas influir en Gaia? ¿Lo aceptarías? ¿Aceptarías crear paz en la Tierra? ¿O vas a quedarte ahí sentado sintiendo que has fracasado porque eso no concuerda con la lista 4D de la pared de tu mente? Es tu elección.

El último
Punto Cuatro, el último: Tu ADN es muchísimo más complejo de lo que crees. Te he dado diez significados de las capas de ADN y pron­to te daré las dos últimas. Las últimas tres son una energía combinada (10-11-12). Ni siquiera debería enumerarlas, pero lo hago para ti, para tu percepción 4D. Dentro de todas esas energías que te he dado del ADN, aún hay algo grandioso que está bien escondido. Si comienzas a observar los nombres de las capas del ADN y lo que significan, verás algo. Hay maestría ahí.
¿Qué sucede cuando el Ser Humano inicia un sendero en el que su ADN cambia realmente? Os lo diré. ¡Parece que se convierte en otro! Buena, no exactamente en otro. Digamos que para vosotros se convier­te en otro. Esto se debe a que vuestra percepción de «quiénes sois» está limitada por la experiencia de vida 4D. Cuando comenzáis a activar el ADN, se exteriorizan todos los atributos que hayan existido alguna vez en cualquier vida pasada que hayáis tenido. ¿Alguna vez fuisteis artis­tas? No lo sois, esta vez, pero ¿qué ocurrió con el talento? ¡El talento todavía está ahí! ¿Quieres decir que si activo mi ADN me puedo convertir realmente en un artista? Si, es lo que quiero decir, ciertamente, ya que lo fuiste antes, alma vieja.
Verdaderamente es hora de decir esto, y lo voy a decir de forma tal que todos vosotros lo comprendáis. En cada uno de vosotros hay un Ser Humano mejorado que la mayoría nunca conocerá, pero que algu­nos de vosotros descubriréis si realmente prestáis atención a lo que estamos diciendo en este momento. Algunos de vosotros que escucháis y leéis tenéis las semillas de la maestría. Parte de la energía sanadora más profunda del planeta está en esta sala, o leyendo estas palabras. ¿Lo creeréis alguna vez? Algunos diréis: Soy demasiado viejo. Y yo os voy a decir: ¡Ya estáis otra vez contando los años! O diréis: No tengo suficiente energía, y entonces diré: Otra vez estáis midiendo la energía en 4D.
¿No comprendes, Ser Humano, que tu tiempo de vida se pue­de incrementar, que tu energía se puede modificar y que tu ADN y tu salud pueden mejorar drásticamente? Todas esas cosas están dentro de tus propias funciones corporales, listas para activarse, listas para que el «jefe» les dé instrucciones. Pero la más importante es «quién has sido», Lemuriano. ¿Cómo te gustaría comenzar a desarrollar esa percepción dimensional extra de la cual hemos hablado? Está ahí para que la pidas. Algunos la llaman intuición, otros la llaman intuición avanzada y algunos de vosotros incluso habéis podido ver los colores y sabéis de lo que estoy hablando.
Quiero que retrocedas treinta años. Quiero llevarte a la época en que mi socio era, lo que él llama, joven. Tenía treinta y un años. Ha­bía cumplido con su calendario de «objetivos». Estaba en la profesión que quería, había logrado todo lo que deseaba, contaba con la familia profesional con la que pensaba que iba a quedarse, y era feliz. Ahora, hagámosle una entrevista. Mi socio odia esta parte de la canalización, porque es personal.
Hace treinta años, el hombre que se sienta ante vosotros ahora, que está canalizando, era un ermitaño. Hacía todo lo posible para encerrarse en una habitación y no tener que interactuar con ninguna otra persona. Era un maravilloso ingeniero ermitaño. Cuando se hacía cargo del material, no tenía que tratar con el drama de la humanidad. No tenía que socializar con nadie y no tenía que escuchar sus opiniones. Trabajaba para él. Y ahora voy a entrevistarlo como el ingeniero ermi­taño y quiero que escuchéis las preguntas y las respuestas.
«Dime, socio, ¿en qué momento recibiste la habilidad para ha­blar con las personas acerca de temas espirituales, como un buen ora­dor público, en escenarios frente a miles de personas cada vez, sin po­nerte nervioso?» Y su respuesta sería: ¿De qué estás hablando? Yo no soy un orador público. Nunca he sido un orador público. No sé lo que quieres decir. Sólo pensarlo me asusta. Yo nunca seré eso. ¿De qué me hablas?
«¿En qué momento comprendiste que podías escribir? ¿Cuántos libros y artículos escribiste en la escuela? ¿Cuántos cursos recibiste?» Y él responderá: ¿Qué quieres decir? Yo no escribo nada. Soy un ingeniero. Me dedico al sonido y al video, a cosas técnicas. No tengo que escribir nada. No soy escritor en absoluto y no tengo esa habilidad. ¿Empezáis a entender la idea? ¿De dónde vino todo eso? Quiero que él sea el ejemplo.
A pesar de sentirse feliz, estaba en una prisión de una realidad de su propia creación. Aunque cuando comenzó su sendero, las habilida­des que siempre estuvieron ahí, lentamente comenzaron a cambiar el «quién era». En su interior, le invitamos a no ponerse nervioso frente a grandes aglomeraciones de personas y no lo hizo; a escribir todos los li­bros, y lo hizo. ¿Con qué entrenamiento y con qué talento? Os decimos que todos los talentos que necesitaba estaban ocultos en su ADN, listos para transformarse en el nuevo «él». Fue automático, no hubo entrenamiento, porque ya estaba presente. Y a él le da vergüenza que hablemos de esta forma, porque parece que lo estamos engrandeciendo, pero en cambio lo que estamos haciendo es hablar del amor de Dios y de cómo, en cada uno de vosotros, hay ese mismo atributo. ¡Podéis convertiros en algo más que aquello que creéis que sois!
Querido Espíritu, sé que se me pidió que hiciese esto y se me pidió que hiciese aquello y siento intuitivamente que debería ir y comenzar eso, ¡pero no tengo la habilidad! ¡Oh, sí que la tienes! ¡De otra manera no te hubiese ocurrido nunca! Mira el ejemplo que te hemos dado. El Espí­ritu no te empuja en una dirección que no sea apropiada para tus ha­bilidades. ¿Se te ha pedido que escribas libros para niños? ¿Sí? Sé quién está aquí. ¡Entonces, hazlo! Deja que fluya en las páginas utilizando el amor de Dios como tu guía. ¡Sé quién está aquí! Ésta es la magnífica información de este hermano/hermana Kryon, ¿verdad?
Ahora bien, hay una comitiva aquí y la describimos para ti hace un minuto. ¿Está orgullosa de vosotros? Oh, sí. Pero aquí también hay otra energía. La que algunos de vosotros ha comenzado a sentir. No es impaciencia, pero ¿sentís eso de todas maneras? Es un impulso del Es­píritu. Dice: «Ahora lo sabes, así que ponte en marcha».
Ahora que habéis visto los cambios climáticos, permaneced en lugares seguros. Usad vuestra sabiduría divina, vuestras guías y vuestro discernimiento para reforzar aquellas cosas que necesitan ser fortale­cidas. No os sorprendáis cuando Gaia os vuelva a visitar en una forma que podríais considerar excesiva. ¿Cuántos de vosotros os atrevéis a cantar con el viento? Haced la numerología de los nombres. Ved es­tas cosas como una limpieza a fondo del planeta que es apropiado para aquellos lugares que lo necesitan, y que todo esto forma parte del gran cambio. El mayor atributo en el interior de vuestro ADN es el del gue­rrero intrépido, Trabajador de la Luz. Es hora de reclamarlo. Y silo haces, también estarás sanando el cuerpo con el que viniste.
Todo viene en un paquete que nosotros llamamos la ilumina­ción. Nunca te hablaríamos de estas cosas si no fuesen así. Son las ver­dades del momento. Magnífica información, para seres magníficos que se sientan ante mí y leen estas palabras.Y así es.
Kryon


La visión global de Dios y del humano

Los Humanos sólo tienen un modelo de conciencia con el que com­parar cualquier cosa. Un modelo: ellos mismos. Así que, con respecto a Dios, los Humanos naturalmente sienten que Dios debe tener atri­butos humanos. Muchos ni siquiera sabéis de lo que estoy hablando. Veréis, cuando estáis en la cima de la escalera evolutiva de la conciencia y la creación, sólo podéis evaluar algo comparándolo con vosotros. Vuestro conocimiento siempre ha limitado vuestra imaginación, porque todo lo que pensáis tiene como referencia al gran «ser» humano. Además, las Escrituras parecen indicar que estáis «hechos a Su imagen», así que ahora también tenéis lo que sentís creíble de que ciertamente Dios tiene forma humana, y dado que no hay nada superior que pue­das ver, eso debe ser lo superior del Universo.
Os voy a dar una bonita y breve metáfora para reflexionar. Ima­ginad por un momento que la Tierra estuviese habitada por todos los perros. Nada de Humanos, sólo perros. E imaginad que los perros tuvieran vuestra inteligencia. De algún modo, la evolución hubiese to­mado un camino distinto, y los perros inteligentes ahora dirigirían el mundo, tal como lo hacéis ahora vosotros. Ellos también tienen sus problemas, como los tenéis vosotros ahora. Y los perros, como voso­tros, tienen sus propios pensamientos espirituales de lo que Dios debe ser, y naturalmente, tienen una religión. Rezan y reflexionan, y tienen ideas intelectuales, igual que vosotros.
Ahora bien, si os pudiese llevar a ese lugar metafórico donde viven todos estos perros inteligentes en su civilización, dejadme deciros cómo sería su religión. En primer lugar, ¡Dios sería un perro! [Risas.] Y por supuesto, cada raza de perro tendría una fotografía de Dios repre­sentada según su propia raza. ¡Todos los ángeles serían perros con alas, y una de las cosas que harían sería olerse constantemente los unos a los otros! [Risas.] ¿Hasta dónde queréis que llegue con esto? Sabéis lo que viene ahora, ¿no? ¡La prueba social de que Dios es un perro es que el propio nombre de su especie, dog,[1] deletreado al revés, es Dios (god)[2] ¿Sigo? Ya veis, aunque sea gracioso, estoy en lo cierto.
¿Lo entendéis? Es la única conciencia que tienen ellos. Es la úni­ca cosa que saben. En su mente, Dios se convierte en lo que son ellos. No pueden pensar más allá de la conciencia superior que comprenden, que es ellos mismos. Los Humanos hacen eso, y colocan en Dios todos los atributos de la humanidad. ¡Algunas de las cosas básicas que creéis que son intuitivas en el Universo, no lo son! Es simplemente vosotros pensando en que todo es como vosotros. Los atributos humanos sólo se dan donde vosotros existís. Oh, diréis que también se dan en la dimen­sión en la que estáis, incluyendo a algunos de los planetas que están en vuestra dimensión, y estaréis en lo cierto. Pero no son aplicables a Dios. Para vosotros, la propia palabra Universo significa lo que podéis ver con vuestros telescopios. Y una vez más, decimos, ¡eso es vuestra propia 3D! ¡Para nosotros, la palabra Universo significa Dios! Hay mucho más que Humanos en el Universo real.
Podríais decir: ¿Y qué pasa con «hechos a su imagen»? ¿No indica eso que debemos parecernos a Dios? Salid de vuestro propio encierro por un momento y pensad en ello. Si tuvierais el poder de otorgar vuestra «imagen» a un grupo de hormigas en un lugar lejano, ¿pareceríais de pronto una hormiga? No. Más bien, les otorgaríais la luz que lleváis y vuestro intelecto espiritual. Vuestra «imagen» divina interdimensional no es la que veis en el espejo, sino algo mucho más allá. Es una imagen interdimensional que puede adecuarse fácilmente a una hormiga, si entendéis de tales cosas. Ahora volved atrás y daros cuenta de que todo lo que hemos estado enseñando a lo largo del día [durante la serie de conferencias] grita que Dios está en vosotros. No quiere decir que Dios se parece a un Humano. La imagen de Dios está dentro de la maestría que está en el ADN humano.
Así que, por lo tanto, el atributo número siete es la propensión que tienen los Seres Humanos de ver a Dios en forma humana, pero va más allá de eso, mucho más allá. Veis a Dios haciendo lo que hacen los Humanos, disfrutando de lo que disfrutan los Humanos, temiendo como los Humanos, sufriendo como los Humanos, y teniendo además todos los residuos evolutivos de los Humanos. ¿Os habéis dado cuen­ta? Seguid leyendo.

Guerra
Número Uno. Queréis asignar la guerra a Dios. ¿Lo sabíais? Toda vues­tra mitología lo ha hecho. Unos dioses entraban en guerra con aque­llos otros dioses, etc. Muchos han dicho: Debe haber habido guerras en el Cielo, para tener un solo Dios... ¡el que derrotó a los demás! Después de todo, se parece a la humanidad: Para tener una paz, debemos asesinarnos cada cierto tiempo entre nosotros. Dado que somos como Dios, y a su ima­gen, esto debe ser universal. Ahora, por supuesto, en vuestra religión mo­derna, decís que no tenéis mitología. No es así. Lo que pensáis que es sagrado y cierto es mitología en su mayor parte, pero no lo creéis así. Vuestra historia del Cielo y el Infierno es algo que provino directamen­te de la dualidad y de la mente humana. ¿Podéis imaginar un campo de batalla con un montón de ángeles muertos? ¡Nosotros no! ¿Y adónde se van los ángeles cuando mueren? [Risas.] Muchos dirán: Las Escritu­ras dicen que hubo guerra entre los ángeles. Y nosotros decimos, «¿Dicen las Escrituras?» ¿Eso lo escribió Dios o lo hizo un Humano? Los Humanos le ponen a Dios todas sus características para que las cosas ten­gan sentido.
El primer mito es que hubo una lucha gigantesca en nuestro lado del velo, que creó la guerra. Es una descripción de la dualidad, querido Humano, no de Dios. Estáis mirando el espejo y colocando vuestros propios límites en una energía que abarca la totalidad y la crea­ción de todo. Pero la habéis insertado en vuestra religión de todos mo­dos, para sentiros de algún modo más cerca de la forma en que funcio­na todo y relacionaros mejor.
No hubo ninguna guerra entre ángeles y nunca la habrá. Veréis, esa historia apesta a lucha humana. Es intuitiva y a nivel celular, y así la incorporáis a cada expresión del ser, incluso la colocáis en lo más alto de lo alto. Hay historias en vuestra mitología de cómo Dios llegó a ser Dios, como si hubiese tenido que escalar alguna montaña de victoria y guerra para poder convertirnos en lo que somos. Eso sería como si todos los perros decidiesen que Dios tuvo que haber escarbado debajo de muchas vallas y haber espantado a legiones de pulgas para conver­tirse en Dios.
No, queridos Seres Humanos, no hubo guerras, no hubo guerras entre los ángeles, ni siquiera cerca de los ángeles. El amor de Dios es estable y puro. Siempre lo fue y siempre lo será y vosotros lo sabéis inte­riormente. Eso es lo que sois cuando no estáis aquí y el sistema que está aquí de este lado del velo no tuvo guerra. Habrá quienes argumenten esto de inmediato: Buena, eso no es lo que me han contado. Y yo os diré con todo amor: « ¿Contado por quién, por Dios o por un Humano?». Utilizad vuestra intuición divina. ¿Tiene sentido realmente, o simplemente atrae a esa parte humana a la que le gustan las historias bonitas? Ni siquiera los más grandes hombres espirituales utilizaron la metáfora de lo único que entendían para interpretar la más grandiosa de las his­torias de la creación que necesitabais oír. No todo tiene el significado que creéis. Ese fue el número uno.

El bien y el mal
Lo que os cuesta muchísimo comprender y que a nosotros nos entris­tece, es que para vosotros todo tiene que ser blanco o negro. Debe haber bien y mal. Kryon, ¿quieres decir que no hay bien y mal al otro lado del velo? Os diré, así como no hay dualidad ni guerra, tampoco hay lucha en nuestro lado del velo.
Escuchad: vuestra mitología dice que el mal no es propio de vo­sotros, y que lo tenéis porque hubo «problemas en el Cielo». Parece que uno de los ángeles simplemente no captó bien las cosas y cayó en desgracia. Su nombre era Lucifer y, por supuesto, es responsable de tratar de conseguir tu alma y hacer que hagas cosas malas. El diablo es el que crea las dificultades en la Tierra, continúa la mitología, y la prueba de la Tierra es derrotar a este ángel malo. Y, queridos, acabo de daros vuestra doctrina religiosa más moderna, no la que se practicaba hace cientos de años. Aunque parezca extraño, esta mitología sigue y sigue.
El bien y el mal. Este concepto os pertenece a los Seres Huma­nos porque es una gran parte de la prueba de vuestra propia dualidad y existencia. Oh, también les pertenece a otros en el Universo, pero no a Dios. Espera un momento, Kryon, ¿quieres decir que no hay luz y oscu­ridad al otro lado del velo? Eso es exactamente lo que digo, al menos no de la forma en que la veis vosotros. No hay oscuridad en nuestro lado del velo que cree lucha y desequilibrio. La luz y la oscuridad en nuestro lado del velo es simplemente energía que se mueve. Algunos necesitan discutir y dicen: Bueno, ¡debe haberla! Es parte de todo. No lo es. Es sólo parte de vuestro todo. Y os diré que eso es simplemente tan absurdo como que los ángeles se huelan los unos a los otros. Eso no es Dios.
La dualidad representa la libre elección. Ésa es la estructura de la dualidad de la naturaleza humana en el planeta Tierra y no tiene abso­lutamente nada que ver con lo que llamáis Dios. No hay un ángel malo que quiera vuestra alma. Os hemos dicho una y otra vez que lo más oscuro de la oscuridad es el poder del Ser Humano que decidió que la oscuridad es lo que deseaba crear. Lo hemos dicho antes, vosotros sois maestros de la energía y podéis ir a la luz o a la oscuridad y hacer que cualquiera de las dos sea poderosa. Sin embargo, los que eligen la luz tienen una ventaja porque están utilizando la «imagen de Dios» en sus vidas. Pueden crear la luz más luminosa, el estado de ascensión, y repre­sentan al que ha elegido la senda de la santidad y la unidad.
Muchos Humanos se burlan de esto y dicen: Bueno, Kryon, o quien quiera que seas, no estoy de acuerdo contigo, porque no has visto lo que yo y otros hemos visto. Hemos visto la posesión demoníaca. No, no la habéis visto. Habéis visto la energía de la posesión oscura del Humano, exponiéndose como la cosa más tenebrosa y temible que os podáis ima­ginar, que son los demonios. El miedo os hará eso, y muchos veréis la misma cosa y relataréis muchas verdades en lugar de ver la energía real. En el caso de lo oculto, es el Humano quien controla completamente toda la oscuridad, conjurando lo peor de lo peor para que vosotros os revolquéis en ello y os lo creáis. Todo tiene que ver con lo Humano. ¿Qué sentís cuando os engañan de tal manera? Y cuando os ocurre, de­cís: Fue el diablo. No. Es el Humano que llevó el poder a un nivel muy profundo y bajo. Mirad vuestra historia, o lo que está ocurriendo en algunos lugares oscuros del planeta. No encontraréis al diablo allí. Sin embargo, encontraréis maldad en la libre elección de los Humanos que están haciendo que eso funcione para ellos. Únicamente a eso está refe­rida la prueba de la dualidad en la Tierra en este momento.
Y así, queridos Seres Humanos, os digo nuevamente que la libre elección es la clave. También os diré que mi propia existencia en esta sala se debe a que hay más luz que oscuridad en este planeta, lo creáis o no. Es la única razón por la que estáis aquí. Es el motivo por el que no tuvisteis su Armagedon, ni lo tendréis. Es la razón de la energía 11:11 [la Convergencia Armónica]. Celebrad que este planeta está comen­zando a iluminarse. Son más los que sostienen la luz que los que no lo hacen. Hay miles que quieren sostener la luz, pero no saben cómo, aunque están despertando interiormente. Este despertar aún no es ca­racterístico de los líderes del planeta o de sus gobiernos. Me refiero a la gente de la Tierra, no a lo que veis en las noticias, que trata exclusivamente de una generación totalmente diferente.
Está teniendo lugar un despertar. Ciertamente, el liderazgo cam­biará y mostrará ese despertar. Se trata de la iluminación. Lo diremos otra vez. La luz es activa y la oscuridad es pasiva. Si tenéis una habita­ción oscura y aparece la luz en ella, ilumina toda la estancia, ¿verdad? La oscuridad se va y no puede continuar en la luz. En cambio, si tenéis una habitación iluminada y entra la oscuridad, no pasa nada en absolu­to. ¿Qué os dice eso de vuestra luz y habilidades? No tengáis miedo de los que están en la oscuridad. Lleváis una energía que es muy poderosa, aunque aún no tenéis que pensar en ello... ¡nunca!
Hay muchos que temen a los que son oscuros, que temen a la energía oscura que llevan, y dicen: Bueno, tengo que protegerme. ¡No, no tienes que protegerte! Tú eres tu propia protección. Sólo haz brillar tu luz con el amor de Dios. Ésa es tu protección. Ellos no pueden tocarte. ¡No pueden tocarte! Esa batalla de la que os hablé hace dieciocho años está aquí y vosotros estáis luchando en ella. Y es, ciertamente, una batalla entre una energía oscura y una luminosa en la Tierra, y se lla­ma civilización. Para empezar, el motivo por el que hay una batalla es la dualidad, y estáis en el centro de ella y muchos de vosotros lo sabéis. Tampoco es muy cómoda para vosotros.
Os digo que hay ángeles en esta sala. Todos vosotros, cuando no estáis aquí, sois seres angelicales. Lo hemos dicho una y otra vez. He­mos escuchado los argumentos de los intelectuales entre vosotros que dicen: Aja, ¿cómo puede un ángel humanizado volverse tan oscuro y pa­recerse al diablo? Y nosotros os volvemos a recordar que eso es lo que vosotros habéis hecho cuando tuvisteis un ángel que cayó en desgracia llamado Lucifer. Es la metáfora del Ser Humano que cae de su maes­tría por elección. ¡Por tanto mucha de vuestra mitología es sobre voso­tros! Sin embargo, vosotros decís que es sobre Dios. No lo es. Ese fue el número dos.

Sincronicidad
Número tres. Sincronicidad. Vosotros aplicáis la sincronicidad humana tridimensional a la sincronicidad de Dios. Decís: Querido Dios: tengo que pagar el alquiler en tres días y no tengo el dinero. ¿Me podrías ayudar con esto, por favor? El cerebro humano dice: No ocurrirá nada dentro de tres días. Es demasiado poco tiempo. ¡Y entonces no ocurre! Sin embar­go, una vez más, os precipitáis, ¿no es así? Bendito el Ser Humano que comprende que si ya han decidido lo que puede y lo que no puede ha­cerse, entonces lo han sellado, ¿cierto? La maestría en vuestras propias venas es el catalizador para los milagros que estáis pidiendo, y si no creéis en ellos, no ocurrirán. Bendito el Humano que comprende que la sincronicidad de Dios está donde siempre es igual a un minuto.
Es casi como si Dios pudiese detenerlo todo y presidir reunio­nes de comité universales acerca de vuestro alquiler durante cien años. Vuestros tres días son nuestro siempre. Así lo vemos nosotros. Así es como funciona. Así es como funciona la sincronicidad, y la comple­jidad os asombraría. Cuando parece que os encontráis con los que se suponía os encontraríais en lugares en los que no esperabais encontraros con nadie, no podéis entonces creer que estabais allí accidentalmente. ¿Le ha pasado eso hoy a alguien aquí presente? [Kryon sonríe, ya que así fue.] Vosotros ponéis la sincronicidad humana en Dios, y decidís que no se puede lograr porque simplemente no hay tiempo para hacerlo. ¿No es hora de revisar eso? La próxima vez que pidáis una sincronicidad imposible, quiero que comprendáis algunas otras cuestiones respecto a la sincronicidad. Debéis dar un paso más cuando decís que necesitáis que vuestra plegaria necesitaba ser respondida. En otras palabras, os distéis por vencidos y cortasteis la oración.
Ya ves, la solución no tuvo lugar, y la oración no obtuvo respues­ta, al menos no de la forma que vosotros imaginabais. Vosotros pedíais que se pagase vuestro alquiler, ¡pero el Espíritu estaba en el proceso de daros abundancia para el resto de vuestras vidas! Pero vosotros os desen­tendisteis de toda la idea. Lo que pedíais cuando rogabais que se pagase el alquiler no es lo que significan las palabras. Os diré lo que está pidien­do vuestra alma, está diciendo: Querido Espíritu, no quiero preocuparme por esto nunca más. Eso es lo que estáis pidiendo y nosotros lo sabemos y los ángeles que os rodean lo saben. Querido Espíritu, quiero sustento para no tener que preocuparme por esto cada mes. Ésa es la definición de abun­dancia, ¿no? La definición de abundancia no es dinero en el banco. Pero sí lo es que vuestras necesidades estén colmadas día a día. La abundan­cia del Espíritu siempre estará ahí. Puede venir en lo que pensáis que es el último minuto del almacén de Dios, ¡o puede venir en la abundancia de la paz que sentís, aunque no lo hayáis logrado! ¿Pensáis en ello algu­na vez? Eso es abundancia. Conozco a los que estáis aquí. Sé cuáles son vuestros temores, muchísimos de ellos están basados en estas presuncio­nes e ilusiones acerca de la humanidad y de Dios. ¡No tengáis en cuenta el reloj cuando se trata de Dios y esperéis los milagros que están allí para vosotros! Ese fue el número tres.

Recompensa y castigo
El número cuatro es recompensa y castigo. Lo hemos dicho antes, y ha­blaremos de ello nuevamente. Dicen: Debe haber recompensa y castigo en el Cielo. Después de todo, es justo y es correcto... tal como Dios. Si eres bueno, obtienes una recompensa. Si eres malo, obtienes castigo. Bueno, en mi lado del velo no ocurre así, queridos. No encontraréis eso en el Cielo. No lo encontraréis tampoco en ningún reino angelical. No hay recompensa y castigo. Es una cultura completamente distinta. Es cultura divina y no trabaja en dualidad como la vuestra. Aunque, vosotros po­néis la recompensa y el castigo directamente en Dios, ¿no? Si sois bue­nos, vais al Cielo. Si sois malos, no. Uno os invita a pasar el tiempo en la eternidad con el Padre Celestial, ¡qué imagen! El otro os condena a pasar el tiempo con el ángel caído, Lucifer. ¡Qué visión! No es así, por supuesto. En primer lugar, en un sitio interdimensional que no tiene tiempo, ¿cómo sería «el tiempo en el Cielo»? ¿Veis cómo encaja con precisión con vuestra versión del castigo y la recompensa? ¡Una eterni­dad en el Infierno podría ser tres minutos para mí!
Os hemos dicho una y otra vez que sencillamente esto no fun­ciona con Dios. Sin embargo, hay intelectuales que podrán decir: Bueno, tiene que haber un sistema parecido a ése. ¿Cómo lo controlarías todo? Y nosotros os decimos, ése es vuestro sistema. Esa es vuestra dua­lidad, así que controladla. Sin embargo, ése no es el sistema de Dios. No necesitamos controlar a los ángeles o a los Humanos en este lado del velo. ¿Quieres decirme, Kryon, que un Humano puede venir a este planeta y convertirse en el Humano más malvado que haya existido ja­más y matar a millones de personas en un genocidio y luego, cuando llega al otro lado del velo, no tendrá castigo? Y lo diré de nuevo. Eso es exac­tamente lo que ocurre. Porque no comprendéis la prueba. Sois libres de hacer lo que elijáis mientras estáis aquí en dualidad. Sin embargo, no supongáis que ese sistema funciona igualmente del otro lado del velo. Sólo funciona aquí con vosotros.
Una vez más, decimos que esto os fue dado claramente inclu­so en las Escrituras que tenéis, en la parábola del Hijo Pródigo. Esa parábola representaba al padre, que es Dios, enviando a dos hijos al mundo, que significa enviar a dos ángeles para que sean Humanos en la Tierra. Uno lo hace todo correctamente, el otro lo hace todo equi­vocadamente; uno hace todo el bien, el otro hace todo el mal, exactamente como el blanco y el negro para vosotros. Sin embargo, vuestras Escrituras os dicen que cuando ellos vuelven a través del velo, ¡les ha­cen la misma fiesta! ¿Qué os dice eso? Dejadme revisarlo. Significa que la prueba de la Tierra no se traslada al lugar de donde vinisteis. Tampoco os lleváis la prueba de regreso aquí.
Se trata de la prueba del planeta y de la dualidad humana. Es el motivo por el que estáis aquí y lo que hacéis con el planeta mientras estáis aquí. No tiene que ver con lo que sucede del otro lado del velo. Oh, si pudiese quitaros eso de la mente. Las percepciones de la humanidad son que vosotros debéis complacer a Dios de alguna forma con vuestra bondad. ¡Ángeles, quiero deciros que ya habéis complacido a Dios porque estáis aquí! Por ese motivo habrá sanaciones hoy, porque estáis sentados aquí, porque estáis despertando a lo que sois y estáis encontrando la divinidad en vuestro interior. ¡Ya habéis complacido a Dios! No tenéis que pensar en temer o preocuparos sobre lo que pueda desagradar a Dios debido a alguna especie de sistema de súper recom­pensa y castigo al otro lado del velo. No hay ninguno. Ya es bastante difícil mientras estáis aquí, ¿verdad? Si supieseis cuánto se os ama, nunca pensaríais, ni por un momento, que hay castigo al otro lado del velo, incluso para el más oscuro de vosotros. Sin embargo, vuestras principa­les religiones se basan todas en esta característica. Mil millones de voso­tros sentís que habéis llegado «sucios», rotos y llevando un fardo de Ios hechos más oscuros de la humanidad. Así, si os unís y realizáis ciertos rituales y creencias, podéis superar ese horrible destino. Mientras tanto, los que nunca se hayan preocupado de cómo funciona, ¡se irán al Infierno! Por lo tanto, Dios os ama tanto que la mayoría de vosotros ar­deréis en el Infierno. ¿Tiene eso algún sentido espiritual para vosotros? Es hora de comprender cuán humano es este concepto.
Si vas a lograr algo y agradar a alguien, entonces complace a la divinidad con la que vienes. Busca la paz en la Tierra y mírate a ti mis­mo como un instrumento de la inteligencia divina que te ha creado. Reclama el ángel que llevas dentro; levántate y reclama que ya está listo para ser el Faro que has venido a ser en un tiempo penoso y difícil. Es tiempo de abandonar toda la energía del castigo y la recompensa divinos, porque alberga sentimientos de derrota, depresión, una vida incompleta, apertura a ser controlados por los demás, y un aspecto te­meroso, vaya religión, ¿no? ¿Necesitas una religión? Entonces busca una que amplifique el poder del espíritu humano y enseñe que eres una pieza divina del Dios del Universo. Benditos sean los que se reúnen y celebran el poder del amor de Dios en el Ser Humano, y todo lo que se pueda lograr para el planeta.

Trabajo y logro
Tenemos otra historia de Wo para vosotros. Wo no es ni hombre ni mujer, como hemos dicho anteriormente. Wo es wo-man.[3] Así que Wo puede tener cualquier género en tu mente, pero lo llamaremos «él» porque mi socio es un hombre. Te das cuenta de que en tu idioma todo tiene género, ¿no? El inglés, el idioma que habla mi socio, es el idioma que menos género tiene en el planeta. En casi todos los demás idiomas hablados en la Tierra, cada objeto debe ser masculino o femenino. Eso es lo que hacéis. No es así al otro lado del velo, queridos Seres Huma­nos. No hay género en mi lado del velo. ¡Acostúmbrate a eso!
Éste es la número cinco y trata de Wo, que pidió el estado de ascensión. Se sentó ante el Espíritu e indicó que quería el estado de as­censión. Dijo: Tengo intención pura. ¿Puedo comenzar el proceso? Y Dios vio la pureza y dijo: ¡Si! Los ángeles estaban entusiasmados. Entonces Wo, por su cuenta, meditó qué hacer después. Salió de esa reunión y dijo: ¡Ya lo se! Ahora, lo que haré es trabajar duro para escalar esta mon­taña de la ascensión porque sé que la meta es una energía de ascensión y voy a escalar esta montaña para llegar allí. Sé qué hacer. Tengo estos pasos por aquí y debo hacer esto y esto, porque así se hace. Estoy en mi camino a la ascensión.
Así que Wo comenzó a escalar la montaña, y lo hizo durante tres años. Fue aquí y fue allá; asistió a clases; leyó libros; hizo ayuno; oró; meditó; y siguió los diversos pasos que sintió que le estaban con­duciendo a la cima. Oh, resbaló unas pocas veces, se raspó el codo, se lastimó un dedo del pie. [Sonrisa de Kryon.] Pero se levantó y comenzó de nuevo. Puedo hacer esto, musitó Wo para sí. Sé cómo llegar a la cima, ya que el Espíritu dijo que podía tener la ascensión. ¡Alcanzaré la cima! Y lo hizo.
Allí estaba, en la cima de la montaña, y reclamó su estado de as­censión y fue hermoso. Oh, me siento calmado. Sé que éste es el comienzo de una vida mejor y sé que tengo muchísimo que aprender, ¡pero éste es el primer paso y he trabajado duro para obtenerlo y me llevó años!
¡Wo se estaba felicitando cuando miró hacia la ladera posterior de la montaña y quedó boquiabierto y horrorizado! ¡Había un telesilla para esquiadores! ¡Un telesilla real! Y había personas como él en ese te­lesilla. Todos estaban llegando a la cima de la montaña uno a uno. ¡El tiempo total desde la cima de la montaña hasta la base era de tres mi­nutos! ¡Ellos estaban experimentando el estado de ascensión!
Wo gritó: No es justo. No es justo.
Entró en meditación y dijo: Querido Espíritu, no es justo. ¿Por qué es así? He pasado todo ese tiempo y todo ese duro trabajo para llegar a la cima de la montaña. ¿Por qué no me hablaste del telesilla?
Y el Espíritu le contestó: Wo, tú nunca preguntaste. Llevaste al máximo una presunción humana y ni una vez consideraste algo distinto. Sentiste que lo habías resuelto, que tenías que trabajar por ello y así lo hi­ciste. Fue tu decisión que la subida resultase difícil.
Ser Humano, déjame decirte dónde está el telesilla. Cada uno de vosotros lleva en su ADN la profundidad de vidas de experiencia sagrada. Chamanes, vosotros sabéis quiénes estáis en la sala. ¿Os ha­béis preguntado alguna vez respecto a vuestras vidas pasadas quiénes habéis sido y qué habéis hecho? Os lo diré: Aquellos que pasaron el tiempo en una habitación como ésta han estado allí y han hecho eso [la experiencia masiva con trabajo duro en la Tierra], y han llevado con ellos en su Registro Akáshico toda la maestría y la Chamanería y expe­riencia que necesitarán jamás para entrar en este estado de ascensión.
¿Lo comprendéis? El «trabajo» es acumulativo y ya habéis hecho la mayor parte durante el tiempo que habéis tenido el pensamiento consciente de pedir trabajar espiritualmente en vosotros mismos. No tenéis que trabajar y no tenéis que escalar esa montaña y no os llevará años. Simplemente id al registro Akáshico y abrid el tarro que transpor­ta la sacralidad de vuestras experiencias en este planeta, y ponedlo sobre vosotros y echad a andar como un Chamán. ¡Podéis hacerlo ahora si queréis! Así que para Wo, decimos que si sólo hubiese mirado a la forma divina en lugar de la humana de hacer las cosas, no hubiese pasado tres años escalando una montaña que no era necesario haber escalado.
¿Cuántos sentís que tenéis que trabajar para lograrlo? Kryon, no estoy seguro de que me guste tu mensaje, decís vosotros. ¿No tenemos que trabajar para alguna de estas cosas? No, no es lo que dije. ¡Os estoy di­ciendo que ya lo hicisteis! ¿Queréis volver a hacerlo? ¿Queréis volver a pasar por ello? ¿Por qué utilizar la lógica humana con un atributo espi­ritual? Tomad vuestra divinidad y sacadla de vuestra propia experien­cia, una que sobrepase casi cualquier cosa con la que podáis soñar. Es decir, salvo que seáis partícipes de la idea humana de que para progre­sar espiritualmente tenéis que sufrir un poco. ¿Eso suena como la ló­gica de Dios o como la idea de los hombres? Algunos de vosotros os sentiréis más sabios mañana porque habéis dado hoy la intención para vuestra maestría.
Kryon, ¿qué es la maestría? Te diré lo que es, Ser Humano. Es cuando andas por ahí y no le tienes miedo a la vida. Es cuando estás tranquilo cuando otros no lo están. Las situaciones que causarían el drama en otros no lo causan en ti. Es cuando el mundo que te rodea está en el caos y tú entras en él y no sientes el caos. Sin embargo, en cierto nivel, sientes la sabiduría milenaria. Sabes con toda certeza que no te afecta, y no te tiene que tocar. ¡Es cuando alguien te grita y te in­sulta y tu primera reacción es preguntarte si tiene razón! Eso es maes­tría. La primera reacción del Humano es contraatacar. La primera reac­ción de un maestro es examinarse en busca de integridad. Bendito el Ser Humano que ha pedido esto esta noche, porque vais a comenzar a ver un cambio en vuestra vida y la Tierra será un lugar mejor debido a lo que habéis hecho.

Amor
El último es el número seis, porque ya hemos hablado del siete. ¿Re­cordáis? Me encanta hacer las cosas en círculos, ya que vosotros pensáis en una forma lineal y así tenéis que adaptaros a lo que yo hago. Es una buena práctica.
Vosotros creéis que sabéis de amor, ¿no? Hay muchas clases de amor. Está el del Humano por el Humano, la belleza de una simple re­lación entre Humanos. No hay nada como eso. Está perfectamente di­señado para que lo disfrutéis en su más íntima santidad. Sin embargo, está descrito por algunas religiones como maligno, carnal, aunque sea una de las cosas más sagradas que hacéis para crear una vida preciosa entre dos Seres Humanos que están enamorados.
Ya os lo hemos dicho. Ése sólo es un tipo de amor. Oh, está el amor de la madre por sus hijos. Ése es profundo, ¿no? Porque todas las madres están dispuestas a dar sus vidas por sus hijos en cualquier mo­mento. Es sacrificado; es bello; pero ése no es el amor de Dios. No os puedo decir cómo es el amor de Dios. Lo podría empujar hacia voso­tros y os los podría dar y llenarlos con él. Vosotros sentiríais la com­pasión milenaria y lloraríais, pero no porque sea pesado. Es una liberación.
¿Sabéis que sois eternos? ¿Sabéis que hay respuestas para cada una de vuestras preguntas? ¿Sabéis que podéis abandonar esta sala de forma diferente a como llegasteis? Es el amor de Dios hablándoos a vosotros. Cada célula de vuestro cuerpo llora por esto porque cuando vosotros no estáis aquí, sois una parte de ese proceso, sois una parte de Dios. Por eso cada hebra del ADN tiene el nombre de Dios en hebreo impreso en ella. ¿Creéis que fue un error? [El trabajo de Gregg Braden y The God Code. ]
El amor de Dios está más allá de vuestra comprensión. Es lo que os trajo a esta sala. Es parte de la sincronicidad que hay aquí, y a ese amor de Dios es al que vuestra capa nueve del ADN responderá y la seis querrá ser parte de él [hablando de la identificación del nuevo ADN que está enseñando Kryon]. Está más allá de cualquier cosa que podáis alcanzar, ya que vuestra mente humana no lo puede captar. Es interdi­mensional y está más allá de la comprensión, y simplemente se tiene que confiar en él. ¿Podéis hacerlo? La fe es confiar en lo invisible y es necesa­ria incluso para comenzar siquiera a imaginar el concepto de amor desde el núcleo Universal, una energía que es el hogar para vosotros.
Queridos Trabajadores de la Luz, esta noche estamos reunidos para ayudar a crear paz en la Tierra. Comenzaremos a sembrar las semillas de luz que realmente se esparcirán desde este lugar y crearán una diferencia en el planeta. Hay muchos que sienten que esto es una ton­tería, que la visualización y la conceptualización nunca detendrán la lu­cha. Están atascados en 3D y serán los que se oculten cuando llegue la tormenta. En cambio vosotros estáis aprendiendo a mantener alta su luz. Aquí tenemos a los jóvenes y a los mayores. Sin embargo, todos te­néis una cosa en común al otro lado del velo: no hay edad. Todos vo­sotros sois ancianos y eternos. Y yo canto su nombre en la luz y seguiré haciéndolo, una y otra vez. Cada uno de vosotros ha llegado a este pla­neta con un propósito, en el que podréis crear la mayor diferencia que hayáis podido hacer en todas sus expresiones terrenales. Si vibráis más alto, vais a tener una luz que será más brillante, y eso es lo que cambiará las mentes humanas y el propio polvo de la Tierra.
La comitiva se emociona. Es casi hora de irse. Estoy a punto de decir las palabras, pero la comitiva me dice algo más. Los que querían la sanación del corazón, la tienen. La siente. Ellos lo saben. Y los que vinieron por la sanación física, no hay uno, sino tres. Eso es lo que ocu­rrió aquí en esta sala esta noche. Quizá ellos lo compartan con voso­tros cuando sea el momento y vosotros podréis iros de este lugar y sa­ber que es real.
Benditos sois los que os vais distintos a como vinisteis. Y ése es el motivo por el que vinisteis a un lugar como éste: para sentaros en la energía del hogar. La comitiva se retira, regresa a través de la hendidu­ra del velo por la que llegaron. Esta experiencia se llama canalización. Nosotros no la llamamos así. No la llamamos así en absoluto. Cuando es tiempo de hacer esto, reunimos nuestras fuerzas y tocamos el tim­bre. Y decimos: «¡Nos están dejando entrar de nuevo! Es hora de la reunión». Entonces venimos a veros y a amaros una vez más con una compasión que va más allá de cualquier cosa que hayáis experimentado jamás. Y eso es por lo que habéis venido.
Y por eso cuando dejamos esta sala, vosotros os lleváis una parte de mí con vosotros. No lo esperabais, ¿verdad? Pero así es como ha sido siempre. Hasta que os vuelva a ver.Y así es.
Kryon


Actual Oscuridad e Iluminación

Ahora hablaremos de la actual oscuridad e iluminación física y lo que ello significa para sus células. Deseamos seguir en el mismo tema de su biología humana. Pronto su ciencia descubrirá los trabajos de la luz con respecto a lo que ella significa para el Ser Humano biológicamente. Justo ahora ustedes están comenzando a descubrir qué es lo que causa el envejecimiento, pero todavía hay un atributo biológico elusivo del que les contaremos ahora. Tiene que ver con el reloj del cuerpo.
El cuerpo registra la huella del tiempo. ¿Sabían eso? ¿Cómo más piensan que sabe cuando debe hacer cierto tipo de cosas? Muchos de ustedes en la audiencia (y los que leen esto) han venido a la energía de este tiempo como mujeres. ¿Se preguntaron alguna vez por qué el reloj del cuerpo estaba relacionado con un ciclo mensual? Esa es una relación con Gaia ¿no es cierto? ¿Por qué la biología del Humano responde al ciclo de la luna? ¿Cuál es el proceso aquí? ¿Qué les dice eso a ustedes? La primer cosa que les debiera decir es que hay una relación entre la tierra y la biología del Ser Humano. La segunda cosa que les debiera decir es que tiene una base de 12 (como se indicó antes en el libro III de Kryon).
La tierra responde a lo físico con base 12. Es geometría cuya base es 12 y esa es su biología. Las 12 hélices de ADN, cuyas partes están en los grupos de tres y cuatro le gritan a ustedes que su base es de 12 y muchos de ustedes ya saben lo sagrado de las formas que están en torno al 12. Es todo respecto a la tierra y a ustedes. Los relojes en sus células, ¿lo ven? siguen el rastro a su biología.
Hay dos cosas que se deben registrar. Una, que ya tratamos antes, es el magnetismo. El cuerpo sabe de magnetismo. ¿Qué piensan ustedes que es el "jet lag" (efecto producido por largos viajes en avión)? Cuando ustedes toman a Seres Humanos y lo llevan rápidamente a lo largo de las grillas y las líneas Ley pasan por ellos rápidamente, el cuerpo humano reacciona de cierta forma. ¿Sabían que si van en una dirección ustedes tendrán una reacción y si van en la otra dirección tendrán otra distinta? ¿Sabían que una es de deplesión o disminución y la otra es vigorizadora? Comiencen a estudiar esto. Su cuerpo reacciona al magnetismo del planeta. Dijimos esto antes, que el magnetismo era necesario a su biología y que sin él ustedes no podrían existir. El otro tema que es presentado aquí es que su biología necesita contar con luz y oscuridad en conjunción con el magnetismo. El mecanismo de conteo también está involucrado con la oscuridad y la luz.
Permítanme darles algo que tal vez no sepan y lo traemos por primera vez aquí. Cada célula de su cuerpo sabe cuando es de día y cuando es de noche. Esto no tiene nada que ver con los sensores de sus ojos. Una persona ciega tiene la misma capacidad, pues la estructura celular y la misma sangre que corre por sus venas reconoce la luz y la oscuridad e intenta contar los días en conjunción con las cualidades magnéticas. Pronto habrá evidencia para mostrarles lo que estoy diciendo. El reloj del cuerpo es lo que debieran buscar para la próxima extensión de vida, pues este reloj puede ser dirigido y cambiado. Busquen las partes cronométricas en los ADN. La parte que "cuenta" es crítica para comprender el cuadro total.

Odio y Amor

Hablemos de odio y amor. Todos los Humanos aquí son conscientes del odio y del amor. No los sorprenderá ni impactará a ustedes saber que la energía central del odio y del amor es similar. Permítanme decirles sobre el odio. El odio es ignorancia que espera para que pase por él esa energía sagrada y sabiduría que es la luz. Eso es lo que es el odio. Vayan atrás para ver la definición del lado oscuro que les di. Si sacan la luz y el amor de cualquier conciencia, en cualquier lado y verán el lado oscuro manifestándose en dudas y temores. La oscuridad es simplemente el grado en que está ausente el amor.
Ustedes han escuchado y visto a Humanos que parecen no tener ninguna clase de conciencia. Ellos aparentemente pueden hacer cualquier cosa negativa y no sentirla. Les estamos diciendo que la energía central del odio y del amor es la misma y ustedes están mirando a una conciencia de ignorancia sin el elemento del amor – esperando y con una potencia de oportunidad para ser transmutado. El odio por lo tanto, se convierte en una energía que espera un cambio. Tiene un potencial. Quiere cambiar. Su vibración quiere aumentar. No está contento consigo mismo en su estado de odio. Se siente miserable, sólo miren a los que sienten odio y lo verán.
El amor, por el otro lado, es odio transmutado. Algunos de ustedes han visto a los que están convencidos de que no hay Dios. Son los mismos que están convencidos que no hay nada bueno en el mundo. Pero entonces estos mismos individuos a menudo tienen algún tipo de experiencia que los cambia de la noche al día. Ustedes han visto el odio totalmente limpiado y han observado el elemento activo de la luz aparecer en sus ojos. Deben ver un individuo que ha cambiado para siempre. Es ese ser simple del que les hablábamos, el que sincrónicamente parecía como si no tuviera esperanzas. Habrán en la nueva energía un montón de “Ah-has”. Puede haber algunas de ellas sentadas en esta audiencia o leyendo estas palabras. Es un verdadero milagro de la parte activa del amor. El amor transmuta odio y temor. Cuando ustedes hacen brillar la luz en un lugar oscuro, la oscuridad desaparece y la transmutación ¡es permanente! Ustedes no pueden no conocer algo que ya conocían, no pueden retroceder a un estado de no-conciencia una vez que ya comprendieron algún trabajo. La única forma de hacer esto es mediante la negación y eso produce desequilibrio e incomodidad.

Temor y Paz

Hoy hablaremos de temor y paz, que aparentemente están en los puntos opuestos de un espectro. El que teme está en lo oscuro. El que teme no está listo para ver el elemento activo de la luz. El que teme no ha realizado la autovaloración de ese grande que se sienta dentro de su propio corazón. Como el odio, el temor es ignorante. Pero, nuevamente, la ignorancia es ignorar al ser dorado que está adentro.
Oh, queridos, cuando ustedes se enfrenten cara a cara al Ser Superior, ¡nunca más serán los mismos! Cuando ese ser dorado los mire a los ojos y ustedes vean su rostro sobre ese ángel, no volverán a ser los mismos. ¡Su autovaloración rugirá! Los que han encontrado a este gran ser son los que pueden despertar sintiéndose en paz, sin importar lo que pase, pues ellos comprenden que hay una pieza de Dios adentro. La fuente, vean, está aquí (Lee se toca su timo y su corazón representando el interior de él).
¿Cómo se sienten al saber que ustedes nunca están solos? ¡Nunca están solos! Algunos no lo creen. Se sienten distintos. Todavía se sienten solos. Y nosotros les decimos que ustedes están experimentando un estado de energía que es incompleto y desea cambiar – espera por un cambio potencial. ¿Hay alguien que goza estando en ese estado? Yo no creo que ustedes puedan sentarse en su silla aquí o leyendo estas palabras si lo hicieran. No. ¡Ustedes desean un cambio!
Justo ahora ustedes están libres de expresar su intención de cambiar. Su cuerpo está reaccionando a la verdad y está en un estado de transición. El temor y el odio son cosas temporarias que desean ser cambiadas y están listas para un cambio potencial. La paz por el otro lado, es feliz consigo misma, como el amor, porque tiene la pura intención y porque tiene la energía activa de la luz. No hay nada como eso, queridos, sentarse en esa silla como un Ser Humano o leyendo estas palabras y saber que aunque el mundo pueda parecer un caos a su alrededor, ustedes están en paz con todo. El ángel dentro es la clave. Su sabiduría es el catalizador. Algunos han comparado esto a la ostra enterrada en la arena, que ignora el problema. Ellos no entienden que para tener paz en el caos debe haber un trato divino. Ello ejemplifica su panorama. Ello muestra que ustedes entienden que hay un equilibrio en todas las cosas y eligen equilibrar sus vidas con la luz.


[1] Perro en inglés. (N de la T)
[2] Dios en inglés. (N. de la T)
[3] Hombre en inglés es man. Mujer es woman. (N. de la T)